Lic. Leonor Nayar
Las Unidades de Información son organizaciones con una indiscutible función informadora. Entre sus funciones se destacan la de facilitar información a sus usuarios, el asesoramiento bibliográfico, información especializada, formación de usuarios, resolución de dudas, apoyo laboral, etc. siempre se tiene en cuenta que las personas y sus necesidades de información son diferentes, por eso, el profesional debe estar altamente calificado para afrontar las variadas preguntas que formulan sus usuarios.
En todas estas funciones interviene de manera activa las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El desarrollo tecnológico, la producción de recursos informativos y los sistemas de comunicación han perfilado nuevos servicios y dinamizado otros. Por ejemplo, muchas bibliotecas incorporan gran cantidad de material digital, lo que les posibilita a sus usuarios realizar búsquedas en línea y acceso inmediato a la información.
La referencia tradicional y la digital conviven fluidamente. Los bibliotecarios atienden a sus usuarios de manera presencial o telemáticamente, empleando la Británica o la Wikipedia, ayudando a una señora que busca como sacar una mancha de un pantalón como a un investigador de doctorado.
Los servicios de consulta resuelven dudas, ofrecen información y documentos. Los profesionales interactúan con el usuario de manera presencial o a través del canal de chat.
El servicio de referencia contempla una serie de elementos en su planificación y gestión para un correcto desarrollo del mismo. El servicio de referencia debe ser atendido por un referencista, quién se encarga de formar y mantener la colección, recibir consultas, resolverlas y desarrollar los instrumentos que sean necesarios para informar a los usuarios.
El referencista debe reunir una serie de cualidades como contar con formación en bibliotecología, ya que es necesario que se conozcan las técnicas y servicios bibliotecarios para informar sobre el uso correcto de la biblioteca, los productos bibliotecarios y la colección, así como ser un profesional conocedor de la colección propia, tanto del fondo de referencia como del general, para saber dónde buscar la información solicitada.
Además, un bibliotecario referencista debe conocer las fuentes e referencia externas, para obtener datos que no puedan extraerse de la colección de la biblioteca. Tienen que tener capacidad de análisis y síntesis, para delimitar las consultas de los usuarios y para que las respuestas se ajusten a las preguntas, deben ser expertos en sistemas de búsqueda y acceso a la información de diferentes fuentes y conseguir las respuestas pertinentes en el menor tiempo posible.
Por ese motivo, un buen referencista debe dominar las nuevas tecnologías para emplear fuentes de referencias electrónicas, procedimientos de información automatizados y elaborar información digital.
Un buen referencista debe conocer las necesidades informativas de sus usuarios y elaborar diferentes tipos de guías informativas. Debe ser objetivo para usar las fuentes de información disponibles y responder con responsabilidad las consultas, sin omisiones ni errores deliberados. Tiene que contar con un nivel cultural medio alto que le permita atender y satisfacer las demandas de información que reciba el servicio.
Finalmente, debe tener una personalidad afable que le permita relacionarse con usuarios de cualquier tipo.
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