La concienciación acerca de la importancia de la conservación surge en 1979, cuando la Sección de Conservación de la IFLA presentó un documento sobre principios de conservación y restauración para las colecciones de bibliotecas, revisado en 1986. Se trata de un texto de referencia básico que muestra una actitud sensible hacia la conservación de los fondos. Anteriormente la preservación se percibía como una actividad de lujo reservada a las bibliotecas con fondos de gran valor. Hoy en día hay las bibliotecas están muy concienciadas con la labor de preservación.
Como señala el documento de la IFLA cabe distinguir tres conceptos:
1. Preservación: comprende todas las actividades económicas y administrativas relacionadas con el depósito e instalación de los materiales, formación del personal, planes de acción, etc.. Contempla la conservación como una responsabilidad de gestión al más alto nivel, con reflejo en los presupuestos y en la implicación del personal.
2. Conservación: comprende los planes y prácticas relativas a la protección del material bibliográfico.
3. Restauración: comprende las técnicas y procedimientos del personal responsable de reparar los daños producidos por el uso, tiempo y desgaste de los documentos.
Posteriormente se hizo una revisión por un Comité Permanente de Conservación del Programa PAC que dio lugar a unas recomendaciones que se ponen al días periódicamente. La publicación de estas recomendaciones tiene como objetivo:
Sensibilizar a los profesionales sobre los problemas y actividades de la preservación ; promover planes y estrategias coordinados; así como desarrollar la investigación en el campo de la preservación y conservación, y la comunicación de técnicas y avances; además de sensibilizar a otros sectores profesionales como a editores, científicos; etc..
Redundando más en los aspectos de la concienciación sobre el problema de la conservación que en los métodos y técnicas de la misma, a fin de fomentar una política positiva sobre el tema.
La conservación puede tener dos objetivos: por una parte preservar el contenido intelectual de un documento, y por otra la preservación del continente del documento (es decir el documento material). Los planes de conservación dependerán del tipo de unidad documental en la que lo apliquemos, habrá unidades que no tengan un interés específico en la conservación permanente, pero para otras será objeto prioritario. En algunas será importante mantener la estabilidad del documento original y otras podrán optar a conservar el contenido en otro soporte distinto.
Una unidad documental deberá proceder periódicamente a hacer un diagnóstico de la situación para determinar el estado del material y establecer prioridades, y determinar que debe ser conservado o
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