Equipo de CCINFO
Por lo general, todos tenemos la fantasía de que resulta más sencillo y agradable trabajar con amigos, esos que hemos conocido en nuestra infancia o por nuestro paso en la Universidad que con extraños. Se supone que al ser amigos, todos se conocen y saben cuáles son sus metas.
Se trata de personas conocidas, de confianza, que muchas veces perdonan la realización incorrecta de una tarea, tal que podríamos decir que se trata de “jefes” más indulgentes y que suelen diseñar un ambiente laboral cordial y agradable.
No obstante, todo será diferente si las amistades ocupan un lugar jerárquico similar en la organización, cosa poco probable en una Unidad de Información.
En aquellas instituciones en las que se valora el aporte. La creatividad e iniciativa de sus empleados, el trabajar con amigos puede resultar una buena opción, no así si la institución tiene una estructura muy rígida en la que se controla al personal con horarios estrictos, hábitos de trabajo, etc., tener amigos en el trabajo puede resultar perjudicial para la relación laboral como la de amistad.
Cuando se selecciona a un nuevo empleado se puede tener en cuenta la candidatura de un amigo o incluso de un familiar, siempre que sean evaluados bajo los mismos parámetros que cualquier otro candidato, o sea, teniendo en cuenta que reúna todos los requisitos propios del puesto que va a desempeñar.
Estudiemos un poco cuáles son los beneficios y los riesgos que pueden tener el contratar este tipo de empleados:
Beneficios: referencias directas sobre su actuación curricular y profesional; el candidato conoce la cultura organizacional e incluso algunas infidencias que le comentamos cuando aún no sabíamos que íbamos a trabajar juntos; por lo general se compromete y se vincula con gran facilidad a la institución ya que como amigo le ha informado previamente sobre cómo se comporta la institución; se esfuerzan para no dejar mal a la persona que lo recomendó y siente una especie de deuda moral y compromiso por esta persona y la institución.
Por otra parte la persona que lo recomendó se siente fidelizado, respetado y valorado por su empleador ya que siente que es escuchado. Todo ello fomenta un mejor ambiente laboral con personal más motivado e involucrado en los temas institucionales, y se siente responsable por cristalizar el proyecto institucional.
Riesgos: es bueno que los amigos o familiares no trabajen en el mismo sector ya que pueden provocar conflictos de intereses, muchas veces sin intensión por lo que no es recomendable que amigos o familiares tengan una relación de jefe – empleado; a veces este tipo de relación de amistad provoca una competencia entre los amigos, inseguridades todas las cuáles pueden derivar en rencores, finalización de la amistad y un ambiente laboral tenso.
Creemos que tenemos que estar muy seguros antes de invitar a un amigo o familiar a trabajar con nosotros, muchas veces creemos que conocemos a las personas pero, a veces, nuestros amigos abusan de esta relación amistad y nos provocan problemas laborales muy difíciles de manejar.