Equipo de CCINFO
Las personas solemos quejarnos por la rutina, pero la verdad es que estamos acostumbrados a ella; nos levantamos a la misma hora, elegimos lo mismo para desayunar, vamos al trabajo por el mismo camino, hablamos con las mismas personas. Solo efectuamos cambios menores, casi imperceptibles, y es así como nos sentimos cómodos y no nos gusta que las cosas mayores cambien en su estructura fundamental.
Nuestra zona de confort es ese lugar mental en el que estamos a gusto con todo y no pensamos en cambiar nada en nuestra vida. No obstante, ese estar a gusto con todo no siempre significa que es bueno. Muchas personas están a gusto con la pobreza, el sobre peso y la mediocridad.
El problema en esa permanencia en la zona de confort es que nunca nos liberamos de ella y no sabemos de todo aquello que nos estamos perdiendo.
Por lo tanto, en vez de intentar salir de ella, la expandimos como para que el cerco que nos contiene sea un poco más grande y así no nos damos cuenta que en realidad nos estamos asfixiando. Permanecer en una zona de confort es señal de conformismo, ignorancia, miedo, falta de confianza y de nuevas aspiraciones.
Si queremos ser profesionales exitosos debemos comprender que no podemos estar encasillados en una zona de confort. El éxito a veces incluye realizar actividades difíciles que producen pereza y que requieren de mucho trabajo.
Recordemos que alrededor de la zona de confort se encuentra la zona de aprendizaje, que es aquella que nos permite ampliar nuestra visión del mundo. Es la zona de aprender, observar, experimentar. Muchas personas les agrada salir, observar y experimentar en cambio hay otras que sienten temor y prefieren quedarse en la seguridad de la zona de confort, sin crecer, aprender nuevas competencias y sin tener que experimentar alguna incertidumbre. Temen al peligro, pero no se dan cuenta que se están condenando a no progresar en el plano profesional e incluso personal y en depreciar su patrimonio económico.
Más allá de la zona de aprendizaje se encuentra la zona de pánico o de no experiencia. Se trata de una zona en la que enfrentamos los grandes retos. Es la zona en la que debemos enfrentar los cambios y las situaciones complejas e incluso inusuales. El cambio siempre es el paso previo al desarrollo, por lo tanto, es la zona que a muchos inmoviliza y produce miedo o pánico.
En este proceso la tensión le aconsejará volver a la zona de confort y por otro lado querrá enfrentar el exterior. Sin embargo, debería tener en cuenta que si usted quiere progresar y materializar sus sueños, cualesquiera que ellos fueran, salir de la zona de confort nos permite romper con sus hábitos, enfrentare a sus temores y hacer cosas que jamás pensaron que se atreverían a hacer.
El problema más grave de la zona de confort es que para la mayoría no es el lugar soñado, sino simplemente, el lugar al que pueden llegar ya que consideran que no puede aspirar a un lugar mejor, pero que le brinda cierta seguridad aunque no le permite cubrir todas sus necesidades.
No permita que sus temores lo venzan, usted puede aspirar a algo mejor.