La majestuosidad del silencio que caracteriza a la biblioteca del Centro Cultural de España, en Santo Domingo, proporciona un ambiente colmado de intensa calma, en el cual pudimos platicar por más de una hora con su director.
Día tras día, el lugar amplía sus ofertas, y ofrece un servicio personalizado a quienes lo visitan. El responsable de todo lo que allí ocurre es uno de los mejores documentalistas dominicanos, Ricardo Vanderhorst, un bibliotecólogo de pies a cabeza, hombre de mirada franca y sincera que tiene en su haber la formación de varios de los pocos especialistas nacionales que existen en el país.
Sobre sus erguidos hombros descansa la responsabilidad de dirigir el centro de documentación de este centro cultural, esa es la razón por la que le hemos seleccionado como protagonista de este dialogo.
¿Cuál es la situación por la que atraviesan las bibliotecas en República Dominicana?
Bueno, hablar de la situación por la que atraviesan las bibliotecas en República Dominicana, en sentido general, es querer abarcar muchas cosas, porque si bien es cierto que hay problemáticas que son comunes a todas, también es muy cierto que hay elementos que son particulares a cada una y a cada sector que las agrupa. No es igual la situación por la que atraviesan las bibliotecas universitarias a la que presentan las bibliotecas públicas, en el sentido de que, por lo menos, las universidades manejan mayores recursos. Pero sobre todo hay políticas: el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT) tiene, por lo menos, una herramienta de evaluación de las universidades, que sea lo que necesitamos, que sea perfecta, que no lo sea, eso es discutible, pero es una herramienta que permite evaluar la función que cumplen las bibliotecas universitarias en este país, y eso tiene un valor, pues permite a ese Ministerio evaluar las entidades de educación superior. Es un requisito que estas instituciones tengan una biblioteca que funcione dentro de una normativa, eso de por sí ya es un avance.
¿Están dotadas de las herramientas que ameritan los nuevos tiempos, las bibliotecas que de nuestro país?
Ese es un elemento que no se puede generalizar: algunas sí, otras no. Por ejemplo, en el renglón de las bibliotecas universitarias las hay que están súper dotadas, en cuanto a planta física, equipamiento tecnológico, actualización profesional, servicio de avanzada, pero también hay bibliotecas universitarias que dan lástima. Pero sucede una situación similar con las escolares y con las especializadas, hay algunas que presentan muy buena condición pero hay otras en una situación muy crítica.
¿Qué tantas bibliotecas especializada existen en el país?
Existen muchas más de lo que imaginamos; los centros de documentación son, en la mayoría de los casos bibliotecas, especializadas y hay casos en los que confluyen en un mismo lugar ambos tipos.
¿El auge que ha tenido la tecnología le ha restado mérito a las bibliotecas?
Claro que no, pues quién le asegura al que tiene computadora en casa y accede a la internet para buscar información que está utilizando fuentes fidedignas. En muchos casos, las personas acceden a la internet y copian y pegan cualquier información que encuentran; entonces, ¿dónde está el proceso de interpretación? Cuando tú visitas un centro de documentación tú puedes conseguir hasta 50 libros de un mismo tema, clasificados, incluso por años, desde la versión más antigua a la más reciente, pero la internet no te permite hacer eso.
¿Ha disminuido la asistencia a las bibliotecas después de la internet?
Eso depende, si la biblioteca ha integrado la tecnología en su quehacer cotidiano, tanto en sus procesos de gestión, como en los servicios que ofrece, de seguro que ha mantenido el nivel de afluencia o lo ha aumentado; si no ha integrado la tecnología es evidente que ha descendido; ahora bien, ¿qué diferencia existe cuando utiliza la internet en una biblioteca donde su personal está preparado para ayudarte en el proceso de búsqueda, en el filtrado y en el manejo de la información? La diferencia es mucha.
¿Está capacitado todo el que labora en una biblioteca?
Evidentemente no, lo primero es que en nuestro país no hay una tradición establecida de formación bibliotecaria, tampoco existe una licenciatura formal a nivel universitario, no hay una formación técnica constante que uno pueda decir que suple las necesidades, ni en formación de auxiliares, de técnicos y mucho menos a nivel profesional. Aquí no está instalada una plataforma educativa que provea el personal suficiente para cubrir los puestos actuales, por lo tanto, la mayoría de los puestos están ocupados por gente que no tiene la debida preparación, un personal que brinda servicios deficientes y que la mayoría de las veces son los mismos compañeros de trabajo quienes les han entrenado para lo que van a realizar. Pero cuando se le necesita para otra área o cuando el usuario al que está atendiendo necesita de otras destrezas que él no tiene, ya el servicio comienza a ser deficiente.
¿Existen en el país institutos de formación bibliotecaria?
Sí, pero son muy pocos. Las instituciones que han estado impartiendo estos cursos son la Universidad Iberoamericana (UNIBE) que lo imparte a nivel de diplomado, La UASD, que tiene la licenciatura en Pedagogía, mención bibliotecología y nosotros, en el Centro Cultural de España, que tenemos cinco años impartiendo el curso de formación bibliotecaria.
¿Cuál fue la visión con la que el Centro Cultural de España ideó este curso?
El curso se ideó con la intención de ayudar dentro de la línea estratégica de la cooperación española y del plan de centros, que es una línea estratégica de profesionalización y especialización del personal adscrito a la gestión cultural en la República Dominicana. En ese sentido, nosotros creamos este curso.
Actualmente existe la ley 502-08 de libro y biblioteca, ¿está cumpliendo la normativa con los objetivos para los cuales fue creada?
Pese a que se han comenzado a organizar ciertas cosas, aún no ha comenzado a funcionar de forma concreta, yo entiendo que es cuestión de política.
Tienen bibliotecas los ayuntamientos municipales, tal como lo específica la ley?
Mira lo ideal es que cada ayuntamiento posea una biblioteca tal como está establecido en la ley, pero eso no es así, son solo algunos pocos los que tienen las que poseen un centro de documentación.
¿Cuál es la principal desventaja de las bibliotecas dominicanas?
La principal desventaja es que en el país no existe una política oficial de biblioteca, la segunda desventaja es la hipocresía y la doble moral de algunos funcionarios.
Fuente: Linstindiario
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